
Colaboración de Nestlé
– Cuidar la salud y alimentación en etapas tempranas no solo ayuda a una mejor absorción de nutrientes, sino que también favorece un desarrollo sano y equilibrado. La salud digestiva juega un papel fundamental en el bienestar de los niños desde sus primeros años de vida.
– Por esta razón, los especialistas recomiendan poner atención a las alternativas nutricionales disponibles, sobre todo cuando los alimentos tradicionales a base de leche de vaca no son bien tolerados.
– En este contexto, la soya ha ganado relevancia como una alternativa segura y eficaz en la nutrición infantil.
– De hecho, organismos internacionales como la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) resaltan tres razones clave para recomendar alimentos a base de soya, entre esas: su accesibilidad, su aceptación en diferentes contextos culturales y su mejor tolerancia frente a otras fuentes de proteína.
– Ahora bien, ¿en qué casos pueden marcar la diferencia estos alimentos a base de soya? Se estima que la alergia a la proteína de leche de vaca puede afectar entre el 2% y el 7.5% de los niños, lo que representa no solo un impacto en la salud del niño, sino también un reto económico, que impacta la calidad de vida de las familias.
– Ante este panorama, los expertos han señalado que esta alternativa puede resultar útil en condiciones como: la alergia a la proteína de la leche de vaca -una de las alergias alimentarias más frecuentes en la infancia- la intolerancia a la lactosa que provoca cólicos o diarrea, y la galactosemia, una enfermedad metabólica que exige eliminar la galactosa de la dieta.
– Asimismo, para familias que siguen dietas vegetales o cuentan con restricciones alimentarias por temas culturales o religiosos, la soya figura como una adecuada y completa alternativa.
– “Los alimentos a base de soya representan una alternativa segura y confiable para la nutrición infantil, especialmente en casos de alergia a la proteína de la leche de vaca o intolerancia a la lactosa”, explica el Dr. Pedro Gutiérrez, pediatra especialista en cuidados intensivos pediátrico.
– Agregó: “Además, su aporte de nutrientes esenciales contribuye al crecimiento, al desarrollo cognitivo y al fortalecimiento del sistema inmune de los niños”.
– Aparte de su versatilidad, la evidencia científica ha demostrado que los alimentos a base de soya son seguros para niños mayores de 6 meses. Lejos de los mitos, los estudios confirman que no afectan las funciones endocrinas, presentan una prevalencia muy baja de alergia y apoyan un desarrollo normal del sistema inmune.
– A esto se suma que están suplementados con aminoácidos esenciales, hierro, zinc y ácidos grasos como DHA y ARA, nutrientes clave para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y el bienestar integral de los niños.
– En definitiva, la soya se presenta como un recurso confiable para acompañar la nutrición infantil en situaciones específicas.
– Hoy más que nunca, es importante que las familias conozcan sus opciones y tomen decisiones informadas, recordando que la salud digestiva desde la infancia es la base de un crecimiento fuerte y saludable.
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