
Colaboración de Herbalife
– Una exposición al sol sin la debida protección puede traer consecuencias adversas para la piel, pese a que dicha práctica de aprovechar los rayos solares es esencial para la síntesis de vitamina D.
– Desde el envejecimiento prematuro hasta el riesgo de cáncer de piel, los efectos de los rayos UV pueden ser irreversibles.
– Laura Chacón-Garbato, miembro del Consejo Consultor de Herbalife, compartió recomendaciones clave para proteger la piel diariamente y evitar daños a largo plazo.
– Medidas esenciales para la protección solar. El cuidado preventivo de la piel ante la exposición solar comienza con una rutina adecuada.
– «El uso de un protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 30 es fundamental para proteger la piel de los efectos dañinos del sol», explicó Chacón-Garbato.
– Además, enfatizó la importancia de complementar la protección con prendas adecuadas, como sombreros de ala ancha, gafas de sol y ropa de manga larga.
– Otro aspecto clave es la re-aplicación del protector solar cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar, ya que su efectividad disminuye con el tiempo.
– «Incluso en días nublados, los rayos UV pueden atravesar las nubes y afectar la piel, por lo que la protección solar debe ser un hábito diario», añadió.
– Consecuencias de la exposición prolongada al sol. A largo plazo, la radiación solar puede provocar daños significativos en la piel. Entre los efectos más comunes se encuentran el envejecimiento prematuro, la aparición de arrugas y manchas de hiperpigmentación.
– Además, la exposición excesiva aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, una de las enfermedades más prevenibles si se toman las precauciones adecuadas.
– «Los rayos UVA penetran profundamente en la piel y aceleran su envejecimiento, mientras que los rayos UVB son los principales responsables de las quemaduras solares», señaló Chacón-Garbato.
– Por ello, se recomienda evitar la exposición directa al sol entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., cuando la radiación es más intensa.
– Protección en entornos de alta exposición. Las actividades al aire libre, como pasar tiempo en la playa o la piscina, requieren medidas adicionales.
– «Es crucial optar por protectores solares resistentes al agua y reaplicarlos con frecuencia para mantener su efectividad», sugirió la especialista.
– Asimismo, se recomienda resguardarse a la sombra periódicamente y mantenerse hidratado para evitar el impacto del calor extremo en el organismo.
– Señales de daño solar y cuándo acudir al médico. Las quemaduras solares pueden manifestarse con enrojecimiento, dolor, ampollas e incluso descamación de la piel.
– «Si la quemadura es severa, se presentan síntomas como fiebre, náuseas o desorientación, es vital buscar atención médica de inmediato», advirtió la experta.
– Proteger la piel del sol no solo ayuda a mantener su salud y apariencia, sino que también previene complicaciones futuras.
– «La prevención es la clave para una piel sana y radiante a lo largo de los años», concluyó Chacón-Garbato.
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