
Colaboración del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales
– Un nuevo análisis global revela un descuido crítico en las iniciativas de café sostenible y captura de carbono.
– Estos programas incentivan la plantación de nuevos árboles, pero no recompensan la preservación de árboles maduros de sombra en las granjas agroforestales existentes, a pesar de su potencial mucho mayor de almacenamiento de carbono.
– Según una nueva investigación del Conservation Biology Institute y Zoológico del Smithsonian (NZCBI) junto al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), publicada en la revista Communications Earth & Environment, se perderá más del doble de carbono por la eliminación de árboles de sombra no cafetaleros que el que se podría ganar con la plantación de árboles, incluso si todas las fincas cafetaleras de plantación del mundo plantaran nuevos árboles de sombra.
– A nivel mundial, las fincas cafetaleras cubren más de 10 millones de hectáreas. Los sistemas agrícolas varían en intensidad, desde monocultivos tipo plantación hasta sistemas agroforestales con árboles nativos que proporcionan sombra, hábitat para la fauna silvestre y almacenamiento de carbono.
– Actualmente, la plantación de nuevos árboles de sombra se incentiva a través de los mercados de carbono, que permiten a los caficultores vender los créditos de carbono generados mediante la plantación de árboles.
– Sin embargo, los sistemas agroforestales existentes se están convirtiendo rápidamente en plantaciones de monocultivo, lo que libera cantidades significativas de carbono a la atmósfera y destruye el hábitat.
– Científicos del NZCBI y de STRI identificaron una brecha crítica en los mercados de carbono actuales, que compensan a los caficultores por plantar nuevos árboles, pero no por proteger los árboles existentes.
– Esto podría crear un incentivo para eliminar los árboles existentes y plantar otros nuevos que almacenan menos carbono, pero que serían elegibles para recibir pagos por créditos de carbono.
– “Hay mucho dinero detrás de la plantación de árboles en fincas cafeteras degradadas, pero básicamente no hay incentivos financieros, aparte de la certificación Smithsonian Bird Friendly (amigable con las aves), para proteger los árboles de sombra existentes”, afirmó Ruth Bennett, ecóloga del NZCBI, autora principal del estudio y directora del programa Smithsonian Bird Friendly, que ofrece una certificación de referencia para las fincas de café y cacao que conservan un hábitat de alta calidad para la fauna silvestre.
– “Para ser claros, plantar árboles de sombra en fincas de café de monocultivo es un paso positivo, pero nuestros hallazgos muestran que la plantación de árboles por sí sola no puede compensar lo que se pierde cuando se eliminan los árboles de sombra maduros”, aclaró Bennett.
– El estudio, realizado en colaboración con The Nature Conservancy y CIRAD, también descubrió que los esfuerzos de plantación de árboles centrados en el carbono no necesariamente impulsan la biodiversidad.
– La captura de carbono se optimiza maximizando la densidad de los árboles, mientras que la biodiversidad se beneficia más de la diversidad de los árboles.
– “Para proteger la naturaleza y luchar contra el cambio climático, las empresas cafeteras deben centrarse en plantar una diversidad de árboles adecuados, y no solo plantar una alta densidad de árboles de rápido crecimiento que capturan carbono”, afirmó Emily Pappo, primera autora del estudio y becaria posdoctoral en clima en el Smithsonian.
– Investigaciones anteriores demostraron que las fincas cafetaleras que incluyen una mezcla diversa de árboles de sombra albergan aproximadamente cuatro veces más especies de aves que los monocultivos de café.
– Estos hallazgos son la base de los criterios de certificación Bird Friendly Coffee (Café amigable con las aves), que garantizan que las fincas mantengan árboles de sombra densos y diversos. Esta certificación permite a los agricultores acceder a mercados especializados y les permite fijar precios más altos, recompensándolos por conservar la biodiversidad.
– Los caficultores se enfrentan a presiones económicas y a una reducción de los rendimientos debido al cambio climático, y algunos están respondiendo con la eliminación de los árboles de sombra de sus propiedades con la esperanza de producir más café, a pesar de que los científicos creen que los árboles de sombra pueden ayudar a los productores a adaptarse al cambio climático al contribuir a la regulación de la temperatura y la humedad.
– Al mismo tiempo, algunas grandes empresas cafeteras invierten millones en iniciativas de plantación de árboles para cumplir sus objetivos climáticos a través de créditos de carbono.
– Los investigadores querían comprender cuánto carbono se almacena en los paisajes de cultivo de café y evaluar cómo podrían cambiar el carbono y la biodiversidad mediante la plantación de árboles o la eliminación de árboles de sombra.
– Recopilaron datos de 67 estudios científicos realizados en regiones cafeteras de todo el mundo. Examinaron fincas de todo tipo, desde monocultivos de “café al sol” sin árboles, hasta complejos sistemas agroforestales en los que el café crece bajo un dosel de árboles forestales autóctonos.
– Luego compararon el carbono almacenado en cada tipo de finca y luego aplicaron estas mediciones a los datos existentes sobre el cultivo mundial de café, que muestran que el 41% se cultiva a pleno sol, el 35% con sombra mínima y el 24% bajo una cubierta arbórea diversa.
– Por último, el equipo modeló lo que podría suceder en diversos escenarios, calculando las ganancias máximas posibles de carbono si todas las fincas de sol plantaran árboles y las pérdidas potenciales si las fincas talaran los árboles de sombra existentes.
– El estudio estimó que las fincas cafeteras almacenan actualmente 482 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo. Los escenarios modelados revelaron que, incluso, si todas las fincas cafeteras al sol añadieran árboles de sombra, solo secuestrarían entre 82 y 87 millones de toneladas métricas adicionales de carbono.
– Por el contrario, si todo el café cultivado a la sombra se convirtiera en monocultivos, se podrían liberar entre 174 y 221 millones de toneladas métricas de carbono a la atmósfera.
– Estos escenarios extremos ponen de manifiesto un problema fundamental de los incentivos actuales del mercado del carbono para las fincas cafetaleras: los árboles de sombra maduros almacenan más carbono que los árboles recién plantados, pero solo los nuevos árboles reciben incentivos a través de los mercados de carbono.
– Dar prioridad a la plantación de árboles por encima de la conservación de los árboles de sombra existentes podría socavar la eficacia de las inversiones de la industria cafetalera en soluciones climáticas.
– “Si no damos prioridad a la biodiversidad en los proyectos de secuestro de carbono, no se producirá de forma accidental”, afirmó Pappo.
– Agregó: “Esto significa elegir un conjunto diverso de árboles de sombra con el objetivo de conservar la biodiversidad”.
– Para maximizar el potencial del cultivo del café en la lucha contra el cambio climático y el fomento de la biodiversidad, los autores del estudio abogan por la creación de programas de pago por carbono que recompensen la protección de los árboles de sombra existentes y garanticen que estos pagos sean accesibles para las pequeñas explotaciones agrícolas.
– En cuanto a las iniciativas de plantación de árboles, los investigadores recomiendan dar prioridad explícita a la diversidad arbórea en todas las iniciativas de plantación para apoyar la biodiversidad. Sin estos cambios, la agricultura cafetera mundial podría seguir perdiendo carbono y biodiversidad a pesar de las inversiones en la plantación de árboles.
– De cara al futuro, los investigadores del Smithsonian siguen desarrollando el Catálogo de Sombras, un recurso para ayudar a los caficultores a seleccionar árboles de sombra que funcionen bien junto con el café y que, al mismo tiempo, aporten beneficios a la fauna y los servicios ecosistémicos.
– Los investigadores afiliados a Bird Friendly también trabajan en herramientas para ayudar a los agricultores a encontrar el equilibrio entre el almacenamiento de carbono, la biodiversidad y la productividad agrícola.
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