
Colaboración de la Senacyt
– Con el tema “Arquitectura e identidad”, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), realizó el Café Científico, la pasada semana.
– Las panelistas fueron: Dra. Patricia Cid, del Centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales (Cihac) y docente de la USMA; la Dra. Silvia Arroyo y la Mgtr. Prof. Almyr Alba, ambas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá; y la Dra. Marixa Lasso, del Cihac.
– La Dra. Patricia Cid, en su tema “La arquitectura como símbolo de identidad: de la ciudad – mercado a la ciudad – fortaleza, el legado español”, indicó que “con el paso del tiempo, la arquitectura se vuelve reflejo y símbolo de las expresiones de una sociedad”.
– “Es decir, el contenedor que conserva la memoria de eventos pasados que impactaron en un momento determinado en la cultura de un pueblo y en el paisaje de un lugar transformándolo. Representa la historia de una comunidad, a la vez que genera un profundo sentido de pertenencia en los habitantes quienes se identifican con la imagen de su ciudad”, sostuvo.
– En este sentido, la ponencia se centró en la construcción de la identidad panameña durante el periodo de colonización e implantación española en el istmo de Tierra Firme, las primeras ciudades, la defensa militar y las relaciones políticas y socioculturales que se fueron materializando en su arquitectura.
Ingeniería, arte y nación: colaboración e identidad en los inicios republicanos de Panamá
– La Dra. Silvia Arroyo explicó, cómo a comienzos del siglo XX, la recién fundada República de Panamá enfrentó el reto de construir su identidad nacional tanto en lo político como en lo simbólico y material.
– En este contexto, la colaboración entre el ingeniero panameño Florencio Harmodio Arosemena y el ingeniero civil italiano, Gennaro Ruggieri, constituye un ejemplo paradigmático de trabajo interdisciplinario que integró la ingeniería, la arquitectura y las artes.
– Su proyecto más emblemático, el Teatro Nacional, sintetiza la aspiración republicana de modernidad técnica y cultural, al combinar los lenguajes historicistas del Ottocento italiano y la escuela Beaux-Arts con innovaciones constructivas inéditas en el país.
– La Dra. Arroyo examinó cómo esta colaboración articuló redes transnacionales de conocimiento y promovió una nueva cultura material que trascendió las fronteras entre lo técnico y lo artístico.

– Arosemena y Ruggieri impulsaron la formación de mano de obra local, la adopción de tecnologías modernas y la creación de un imaginario arquitectónico que proyectaba una identidad republicana moderna, cosmopolita y civilizadora.
– También, indicó que, desde esta perspectiva, las primeras obras públicas de la República se interpretan no solo como logros técnicos o estéticos, sino como manifestaciones de un proyecto cultural compartido, en el que se funden saberes, disciplinas e identidades.
– Así, la arquitectura se convierte en vehículo de identidad nacional, resultado de un diálogo entre tradiciones europeas y aspiraciones locales de progreso y pertenencia.
El Canal de Panamá como patrimonio: desafíos y perspectivas de su reconocimiento
– La Mgtr. Almyr Alba se refirió al legado construido y paisajístico del Canal de Panamá, que es el resultado de un extenso proceso histórico que, a partir de mediados del siglo XIX, estuvo vinculado con la construcción del ferrocarril, el canal francés y, posteriormente, el canal estadounidense.
– Estas obras fueron acompañadas por profundas transformaciones territoriales, entre ellas la introducción de nuevos modelos urbanos, tipologías arquitectónicas e infraestructuras traídas por primera vez a Panamá desde Francia y Estados Unidos.
– Subrayó, que, pese a su relevancia histórica y cultural, este legado carece aún de mecanismos efectivos de valoración que garanticen su adecuada protección, incluso después de más de un cuarto de siglo bajo administración panameña.
– Dicha protección resulta imperativa, pues la región interoceánica constituye uno de los pilares fundamentales sobre los cuales se conformó el Panamá moderno.
El patrimonio de los años 1950-1970
– Por su parte, la Dra. Marixa Lasso, mencionó que es importante analizar y valorizar la arquitectura tropical moderna de las décadas de 1950 y 1970. Al identificar la importancia de esa arquitectura, se puede valorizar nuestra creatividad e identidad como país tropical.
– La Dra. Lasso también abordó la necesidad de ampliar nuestro concepto de centro histórico y de pensar en maneras de valorizar el patrimonio que incluyan proyectos de divulgación sobre su valor, así como normas distintas para cada época patrimonial.
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