
Cobertura de Eva E. Montilla, Revista LEA
– El 30 de julio el Reino de Marruecos celebró el XXVI aniversario de la entronización de Su Majestad el Rey Mohammed VI, y por ello la embajadora Bouchra Boudchiche, transportó un fragmento de esta cultura milenaria a un escenario panameño.
– La mencionada conmemoración también es conocida como la “Fiesta del Trono”, y por ello la Embajada del Reino de Marruecos presentó una exposición pictórica de algunos de sus artistas, degustación de té, con su barista sentado sobre una alfombra y en el piso, además de la deliciosa comida y pastelería marroquíes.
– En esta oportunidad la embajadora Bouchra Boudchiche, reconocida diplomática, que anteriormente ejerció como directora de Asuntos Latinoamericanos, en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, y como embajadora en Chile, pronunció el siguiente discurso:
– “Esta noche, para mí, para todos los miembros de la Embajada del Reino de Marruecos, es un inmenso honor, una profunda satisfacción, acogerlos para celebrar juntos una fecha grandiosa, y para los marroquíes, la fiesta del trono, que marca el XXVI aniversario de la entronización de Su Majestad el Rey Mohammed VI.

– El día del trono no es sólo una festividad nacional, es una conmemoración que simboliza el pacto profundo entre el trono y el pueblo, basado en la confianza, la continuidad, y la visión de Dios.
– Si Su Majestad Mohamed V fue el sultán de la liberación, padre de la nación; su majestad Hassan II, el arquitecto del estado moderno; entonces, Su Majestad, Mohamed VI, es el líder del desarrollo humano.
– Es el soberano que ha puesto al ser humano en el centro de las políticas públicas, haciendo de la dignidad, la justicia social, y la equidad territorial, los pilares de Marruecos.
– Un ejemplo emblemático de esta visión fue la creación en los primeros años del reinado, de la instancia de la equidad de reconciliación, la primera experiencia de justicia transicional en el mundo árabe y africano.
– Esta instancia no sólo permitió allanar las controversias del pasado, sino abrir una nueva página de reconciliación profunda de la sociedad marroquí. Esta apuesta por la dignidad se ha traducido también en un proyecto social inclusivo, centrado en el empoderamiento de la mujer, la juventud, y las categorías más vulnerables.
– Desde la reforma del Código Social de 2004, consolidados en la Constitución de 2011, hasta la multiplicación de programas de formación, emprendimiento, acceso al crédito para los jóvenes, Su Majestad ha situado la igualdad de oportunidades en el centro del corazón social marroquí.

– Hoy, miles de mujeres ocupan responsabilidades en la administración, la diplomacia, el poder judicial, el mundo empresarial, y los jóvenes participan activamente en las reformas económicas, culturales, tecnológicas, como agentes del cambio.
– No se trata sólo de medidas técnicas, sino de una visión estratégica de desarrollo, donde la inclusión y la justicia social no son metas accesorias, sino motores esenciales del progreso nacional.
– Permítanme citar al respecto a Su Majestad en su discurso a la nación anoche, en ocasión de la Fiesta del Trono, que cito: Marruecos no puede ser un país a dos velocidades, subrayando la importancia de construir un desarrollo territorial equilibrado, un crecimiento que beneficie a todos los ciudadanos a través de políticas públicas, que sigan consolidando los avances registrados en la modernización de la administración, la infraestructura, el servicio del ciudadano, el fortalecimiento de los derechos humanos y la gobernanza institucional.
– Efectivamente, Marruecos ha experimentado también una transformación estructural profunda, consolidándose como la economía emergente más dinámica de África.
– Primer productor de automóviles del continente; también segunda exportación, una de las mayores en aeronáutica; un turismo en extensión más del 20%, ahora con 20 millones de visitantes para 2026; una transición energética audaz con megaproyectos de hidrógeno verde, desalinización, la agricultura sostenible, la protección social.
– En el ámbito diplomático, Marruecos se ha consolidado como un actor clave para la estabilidad, el desarrollo y la integración regional.
– Su Majestad reafirmó ayer el papel de Marruecos como un polo de estabilidad, diálogo y cooperación en África, tendiendo la mano a sus vecinos magrebíes.
– Bajo el mecenazgo visionario de Su Majestad, el reino de Marruecos ha adoptado una diplomacia solidaria, activa, traducida en inversiones estratégicas, cooperación técnica y presencia institucional en múltiples países. Más allá del bilateralismo, Marruecos impulsa una diplomacia visionaria activa.
– Se promueve iniciativa como la Conferencia de Estados Atlánticos de África, el proceso atlántico, con un objetivo claro, construir un espacio de concertación y desarrollo común en el Atlántico Sur.

– Panamá, por su parte, tiene un rol estratégico innegable y juntos podemos dar forma a un nuevo multilateralismo basado en la equidad y la responsabilidad compartida.
– Por otro lado, Marruecos refuerza cada día su vocación como puente natural entre África, Europa y América Latina.
– Esta vocación tiene raíces históricas. En el siglo XIX, Marruecos fue uno de los primeros países en establecer relaciones con la Gran Colombia. Entre 1825 y 1827, los barcos Trinidad y Pichincha arribaron a Tánger, con mensajes de reconocimiento de Simón Bolívar al sultán Moulay Adbd ar-Rahmán ibn Hisham.
– Este recibimiento positivo de estas misiones reflejó una disposición temprana del Reino a abrirse a nuevas alianzas con los pueblos de esta región.
– Esta memoria forjada en un espíritu de respeto mutuo, sigue viva en la conciencia institucional marroquí y brinda hoy una base sólida para construir una asociación moderna y duradera con los países de América Latina, basada en la confianza, la cooperación y los valores compartidos.
– En el marco de esta proyección estratégica que el Reino de Marruecos otorga a su relación con América Latina, los vínculos con la República de Panamá revisten una importancia singular y prioritaria.
– Estos lazos han experimentado una evolución cualitativa últimamente, gracias a la visión estratégica del excelentísimo señor José Raúl Mulino, presidente de la República de Panamá y de Su Majestad del Reino de Marruecos, Mohammed VI.

– Este año 2025 en Panamá, la celebración de la Fiesta del Trono esta noche viene marcada por una visita histórica, que ha dado un nuevo impulso a nuestras relaciones bilaterales. Me refiero, por supuesto, a la primera visita de un ministro de Relaciones Exteriores panameño al Reino de Marruecos.
– Que no fue cualquiera. Fue una visita con propósito, con visión compartida. Fue una visita intensa.
– Tanto así que algunos se preguntaban si el ministro Martínez-Acha lograba descansar después de tantas reuniones y muchos té verde con menta.
– Señor ministro Javier Martínez-Acha muchas gracias por su presencia esta noche. Su visita al Reino marcó un hito sin precedentes en nuestras relaciones.
– Usted y su delegación sostuvieron encuentros de alto nivel, con el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita; con el ministro del agua y del equipamiento, quien compartió la experiencia marroquí en desalinización y gestión hídrica.
– Con el secretario de Estado encargado de Comercio Exterior; con el presidente de la Confederación General de Empresas de Marruecos; con representantes de Royal Air Maroc y Casa Blanca Finance City, entre otros actores claves.
– Y, por supuesto, con los presidentes de los cámaras y los parlamentos de Marruecos.

– El ministro regresó con muchas ideas de cooperación, ¿no es cierto? Esta visita no fue sólo una visita de cortesía, pero en agenda estratégica, porque más allá de los acuerdos, esta visita simbolizó una transformación profunda.
– La apertura de una etapa en las relaciones marroquíes panameñas fundada en la confianza, la convergencia de visiones y el compromiso con el derecho internacional.
– Marruecos y Panamá se miran como lo que son ahora: dos naciones de puertas abiertas, guardianas de pasos marítimos, esenciales con visiones complementarias, un deseo común de hacer del Atlántico un mar de oportunidades.
– Nuestros pueblos comparten valores comunes. El respeto a la soberanía, la defensa de la paz, el multilateralismo y la búsqueda de modelos de desarrollo inclusivo y sostenible.
– La relevancia de Panamá en el escenario internacional es particularmente visible durante este periodo 2025-2026, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
– Desde esta posición, Panamá tiene la responsabilidad y la oportunidad de contribuir activamente a la paz, a la estabilidad de la defensa del derecho internacional. Estoy convencidísima de que su voz será escuchada con mucha atención, porque se basa en principios y no en cálculos. Panamá ha sido ponderado, firme y solidario.
– Le deseamos gran éxito en su presidencia que arranca pasado mañana. En este espíritu, el Reino de Marruecos continúa cosechando respaldo diplomático creciente con la cohesión del Sahara Marroquí en favor de su iniciativa de autonomía. Esta propuesta seria, creíble, realista, es hoy apoyada por más de 110 países.
– Ha sido recientemente respaldada por nuestros socios estratégicos como Panamá, por supuesto, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, España, Alemania, los seis países del Consejo del Golfo, además de los países árabes, muchos de los estados de África, de Asia, como Japón, Corea, y varios países de América Latina.

– Por lo que se refiere, el giro político dado por Panamá en su relación con Marruecos, enmarcado en la declaración de noviembre de 2024, confirmado también por el intercambio epistolar entre los dos jefes de Estado, el excelentísimo señor José Raúl Mulino, presidente de la República, y Su Majestad.
– Seguido de la visita de su excelencia el canciller Javier Eduardo Martínez-Acha, ilustra claramente la convergencia de visiones respecto al derecho internacional a la defensa de la integridad de la soberanía nacional, apuesta también por soluciones duraderas a través del diálogo.
– La diplomacia cultural también ha sido un elemento clave en nuestro acercamiento y me alegro mucho de la inferencia cultural marroquí en Panamá.
– Así que estos últimos meses, este año, ha sido una de las herramientas más poderosas de nuestra misión. A través de la música andalusí, la poesía, la gastronomía, el cine, el arte artesanal, hemos tenido fuentes de entendimiento mutuo y admiración recíproca.
– Marruecos, con su identidad plural, profundamente africana, árabe, amazigh, mediterránea, hebrea, ha compartido con generosidad sus expresiones culturales, convencido de que el arte y la cultura son vehículos privilegiados para el diálogo entre los pueblos.
– En este mismo espíritu de promoción del talento, tengo el honor de formar parte del Jurado de “Panamá en Positivo”, una plataforma que reconoce y amplia las iniciativas ejemplares que transforman la sociedad desde el compromiso, la creatividad y la acción.
– Y, ¡cómo no mencionar la próxima participación de Marruecos como país invitado de honor en la Feria del Libro de Panamá, del 11 al 17 de agosto, bajo el lema Manteniendo Diálogos!. Este honor será acompañado por una destacada delegación de escritores, artistas, poetas que traerán la magia de Marruecos cultural al corazón de Panamá.
– Porque sí, en esta embajada se trabaja, y mucho, pero también se cocina, se canta, se lee poesía, se debate sobre arte como instrumento de paz y cultiva el alma de las relaciones entre las naciones.
– A veces, y muchas veces, me preguntan, ¿pero cómo se logra combinar la diplomacia clásica con tantas actividades sociales y culturales?
– Yo respondo, fácil. La diplomacia no es sólo protocolo y diálogo político, es presencia, empatía, es compartir valores, es escuchar a los jóvenes, dialogar con las mujeres, construir con las universidades, inspirar en las artes, y poner todo al servicio de la paz y del entendimiento mutuo.

– Hoy celebramos la visión del Rey, que nos inspira, y también la fuerza de los vínculos humanos que tejemos día a día entre Marruecos y Panamá. Porque lo que estamos construyendo es más que una visión, es una amistad sincera, entusiasta, con voluntad común de construir puentes.
– Y antes de terminar, o digamos, antes de empezar, tengo que felicitar calurosamente a la República de Panamá por dos éxitos recientes que aplaudimos con admiración.
– Su salida de la Lista de la Unión Europea. Su reconocimiento a su compromiso con la transparencia y la lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo, conforme a los estándares internacionales. Y, como no, la inscripción de la Ruta Colonial Transístmica en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que destaca la riqueza cultural histórica panameña.
– Estos logros consolidan el rol de Panamá como socio estratégico en la región y como puente entre continentes. Y ahora sí, antes de terminar, permítanme un pequeño lujo diplomático, romper el protocolo durante 30 segundos.
– Bueno, me voy a emocionar, creo. Quiero agradecer desde lo más profundo del corazón a Abdel, mi esposo. Abdel, los amigos lo conocen como Adel, es un aliado silencioso, discreto, constante, testigo silencioso de tantas jornadas interminables.
– Acompaña su ruido y entiende sin explicaciones. Él es mi ángel, mi espejo, mi sentido del humor y a veces mi traductor simultáneo. ¡Gracias Abdel por caminar a mi lado!
– ¡Viva la amistad entre Marruecos y Panamá! ¡Viva la diplomacia de la cultura! ¡Viva el completo futuro! ¡Viva la amistad del Rey! ¡Viva Panamá y todos los panameños!
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