
Por Henry G. Kinkead M., Revista LEA
– El 22 de julio de 2025, el mundo de la música y, sobre todo, del Heavy Metal perdió a su mayor embajador: el “Príncipe de las Tinieblas”, John Michael Osbourne, mejor conocido por su nombre artístico, Ozzy Osbourne, el padre del Heavy Metal.
– El músico, originario de Inglaterra, creció en Birmingham, en el seno de una familia de clase trabajadora, católica, con varios hermanos y hermanas (eran 6 en total).
– Su familia era pobre, por ello, desde temprana edad Ozzy tuvo que compaginar los estudios con el trabajo para poder aportar a su hogar. No fue un estudiante brillante, ya que sufría de dislexia y su futuro, hasta ese momento, no era prometedor, pero a principios de los años 60’s el fenómeno del Rock ‘n’ Roll le dio un propósito de vida.
– Al venir de un núcleo familiar empobrecido, sus aspiraciones como músico eran pocas, ya que los instrumentos eran caros y lo primordial era sobrevivir. A los 15 años ya trabajaba como obrero, aprendiz de plomero, en una fábrica y hasta en un matadero.
– Gracias al apoyo que recibió de su padre y de uno de sus hermanos mayores, para alejarlo de malas compañías, pudo adquirir una guitarra y un equipo de amplificación. Su talento no estaba en la guitarra, lo suyo era cantar.
– Conoció a quienes fueron sus compañeros en la música y amigos de toda la vida: Geezer Butler, Tony Iommy y Bill Ward, e iniciaron el largo camino y muchas veces sacrificado y doloroso de la música, la fama y, principalmente, salir de la pobreza.
– Sus pininos fueron variados, desde tocar skiffle hasta el blues (la ahora casi mítica Rare Earth). Pero, según palabras del mismo Ozzy, fue cuando vieron largas filas de personas esperando para entrar al cine para ver un filme de terror, que decidieron darle un giro a su música.
– “Si las personas pagan por asustarse, ¿por qué no hacerlo con la música?”, comentó. En ese momento nació Black Sabbath, grupo pionero de lo que después fue acuñado como Heavy Metal.
– Black Sabbath fue un giro radical al rock de esa época, que por aquellos años estaba plagado de paz y amor y del movimiento contracultural hippie, con sus vestimentas llamativas llenas de colores.
– Un contraste con la apariencia de estos muchachos vestidos de negro, su temática oscura, la mezcla de simbolismos religiosos y ocultismo, letras cargadas de emoción, crítica social, política y, especialmente, un sonido muy duro y pesado.
– Usaban el tritono, un intervalo musical que consiste en tres tonos completos o seis semitonos, un intervalo de cuarta aumentada o de quinta disminuida, el famoso sonido “diabolus in música” y popular por su cualidad disonante.
– Un ejemplo, es el uso de quintas en la guitarra y que históricamente fue prohibido por el cristianismo, ya que causaba euforia en las personas.

– Black Sabbath llegó a la cúspide musical internacional a mediados de la década de 1970, a legiones de fanáticos y a la creación de todo un movimiento, una tribu mundial, con sus propias reglas, formas de vestir, actuar y muy opuestos al hipismo
– Pero con la fama, el poder y el dinero, también llegan los excesos. Ozzy fue seducido por las mieles del alcohol y las drogas, factores que los afectaron hasta el punto en que era intolerable para el resto de la banda, ya que no podían contar con él para cumplir sus objetivos.
– Es así como en 1979 lo despidieron de la banda. Fue un momento muy duro para el cantante y sucumbió ante sus propios demonios. Pasó alrededor de un año en una vorágine de alcohol y drogas, en una carrera de autodestrucción.
– Solo logró superarla gracias a una mezcla de factores, entre ellos el amor (conoció a quien luego fuera su esposa, Sharon) y la promesa de regresar a los escenarios, a la música, lo que mejor sabía hacer.
– De esta manera, un renovado Ozzy Osbourne retornó en 1980, con su primer disco ya como solista, “Blizzard of Ozz”, un producto que marcó un hito y que, además, es un imprescindible en la colección de cualquier metalero.
– Ese primer álbum lo llevó a una fama impensable, fue un éxito de ventas. Su segundo disco, “Diary of Madman”, fue otro éxito, pero marcado por la inesperada muerte del guitarrista Randy Rhoads en un accidente aéreo.
– Su tercer disco “Bark At the Moon”, selló otro triunfo, el cual marcó la tendencia que seguiría por muchos años.
– Ozzy se mantuvo vigente durante la década de los 90s y los 2000’s. Fue el creador del exitoso festival Ozzfest, se reunió con Black Sabbath varias veces en giras mundiales de llenos completos, contó con su propio programa de televisión, emitido por la cadena MTV.
– Asimismo, ganó galardones, tuvo apariciones en varias películas, documentales, tiene una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, ganador del premio Grammy, pertenece al salón de la fama de música del Reino Unido y al Salón de la Fama del Rock and Roll.
– Su ciudad, Birmingham, lo colmó de honores y distinciones a través de los años y recibió un reconocimiento de la Academia Británica de escritores, compositores y autores. Pocos días antes de su muerte obtuvo, de la ciudad de Birmingham, un reconocimiento.

– En Panamá tuvimos la oportunidad de verlo en concierto el 19 de abril del 2011, su única presentación en Centroamérica, en el entonces Figali Convention Center.
– Una experiencia inolvidable para quienes asistimos. Escuchar de viva voz cuando dijo “all aboard” la primera frase de Crazy Train, fue un momento único. Tan solo con recordarlo me emociono. Todos los éxitos de su carrera como solista y algunas canciones de Black Sabbath, fueron el deleite de quienes tuvimos el privilegio de verlo.
– Anécdota curiosa fue la visita que hizo al Palacio de las Garzas (sede de la Presidencia de la República de Panamá), donde maravilló a toda la prensa con su personalidad jocosa y sus ya famosas fotos con las garzas.
– Lastimosamente, debido a padecimientos y complicaciones, productos del Parkinson y una vida llena de excesos, luego de una muy emotiva presentación en el estadio de Villa Park, Birmingham, Ozzy falleció y el mundo no solo perdió a un gran músico, sino también a un esposo, un padre, tanto para sus hijos biológicos como para nosotros los Metalheads.
– Nos quedamos sin uno de nuestros grandes. Una figura paterna, un hombre que logró hacer sus sueños realidad, la ilusión de todo adolescente que practica su instrumento incansablemente, llegar al éxito y que se escuche lo que tienes que decir.
– Perdimos al tío irreverente, cómico, afable, que tuvo sus virtudes y sus falencias, pero que es para nosotros un ejemplo de superación, tenacidad y valentía. Y como dice la canción del último disco de Black Sabbath en el que participó: “It’s a hard road”; y más aún como otro disco de Black Sabbath “We sold our soul to Rock ‘n’ Roll.
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