
Cobertura de Eva E. Montilla
– “Panamá por delante, la conversación que nos toca”, es el lema utilizado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), para el “Foro Internacional sobre Minería Responsable, Empleo y Sostenibilidad”, docencia que el sector privado lleva adelante ante la nueva encrucijada histórica del país.
– El evento, realizado ayer 17 de julio de 2025, en la jornada de la tarde, congregó a unas quinientas personas, en modo presencial, en el que el CoNEP contó con conferencistas nacionales e internacionales, conocedores de la minería, a la que sintetizaron como: futuro, progreso, oportunidad y necesidad.
– Los expositores fueron: Luis Carranza, exministro de Economía y Finanzas de Perú; Rómulo Mucho, exministro de Energía y Minas de Perú; Milena Gómez, gerente educativa del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), de Panamá; René Quevedo, economista venezolano, radicado en Panamá.
– También expusieron, Martin Rust, ingeniero técnico especialista en relaves; Martin Williams, Reino Unido, vicepresidente senior, sector aguas, Minas de Piteau; Antonio Mendoza, ingeniero civil, estrategias sostenibles, de Perú.
– Igualmente participaron, Margarita Meir, de Chile, superintendente de servicios técnicos de la IMR de Cobre Panamá; y Roderick Gutiérrez, presidente de la Cámara Minera de Panamá, (CAMIPA).
– Correspondió al expresidente del CoNEP, Antonio F. Fletcher, realizar la apertura del foro, en donde expresó lo siguiente:
– “Hemos creado el entorno para hablar sin ánimos de defender una industria específica, pero sí para defender, como normalmente lo hace el CoNEP, plantear oportunidades de la forma en que podemos crear mejor calidad de vida para todos los panameños.
– Es impensable que Panamá renuncie a oportunidades que podrían traducirse en empleo, innovación, inversión regional y estabilidad fiscal.
– Más que eso, renuncia a la oportunidad de fortalecer a nivel institucional todas y cada una de sus estructuras y, por supuesto, la cascada del bienestar que esto pueda traer a todos los panameños.
– El mejor ejemplo de lo que podemos lograr en todo nuestro territorio ha sido, por supuesto, el área canalera. Este es nuestro mayor testimonio de cómo Panamá evoluciona, de cómo nuestro capital humano se especializa y de cómo, cuando las instituciones funcionan, podemos convertir una ventaja geográfica en un motor de progreso, desarrollo y orgullo nacional.
– Panamá se encuentra ante una nueva encrucijada histórica, por supuesto, para analizar su desarrollo a través del uso responsable de sus recursos naturales.
– Tenemos un canal que nos conectó con el mundo, luego lo ampliamos multiplicando nuestras capacidades logísticas. Ahora tenemos la posibilidad de abrir el camino hacia un segundo y tercer proyecto que genere tanto beneficio como el canal.
– Impulsado por una actividad económica bien gestionada, con reglas claras, supervisión efectiva, beneficios concretos para las regiones y con proyectos que activen el empleo, la inversión, la infraestructura y, por supuesto, el desarrollo productivo para miles de panameños.
– Es ahí donde entra la dimensión humana de todo este proceso. ¿Por qué más que productividad o inversión, dinero o intereses, es la responsabilidad del país o de su gente lo que generalmente tenemos que analizar? Hay que actuar de manera específica y de avanzada. Esto nos lleva al presente actual.
– Hasta hace muy poco, una sola actividad representaba el 5% del PIB. ¿Sabemos cuál es? Sí, el aprovechamiento responsable de los recursos minerales. Su cadena de valor sostenía cerca de 46.000 empleos, por lo que equivale a un impacto directo de aproximadamente entre 45 y 55.000 familias panameñas.
– Familias que hoy viven en incertidumbre, jóvenes con carreras detenidas, comunidades con esperanzas apagadas. El cierre de operaciones nos volvió con fuerza y recordó una verdad incómoda, la vulnerabilidad de Panamá frente a las decisiones difíciles y, por supuesto, el manejo de sus consecuencias.

– ¿Podemos permitirnos vivir otra pandemia? Durante la crisis del COVID-19 perdimos el 19% del PIB en un año. El desempleo se fue al 20%. Miles de jóvenes salieron del sistema educativo sin poder integrarse al mercado laboral. Miles de hogares cayeron en la pobreza sin tiempo para adaptarse.
– Si recordamos y somos reflexivos en el año 2020 y sus consecuencias, ¿por qué atrincherarnos y darles la oportunidad a una pandemia económica? Esa es la gran pregunta.
– Por eso, el no aprovechar nuestros recursos y riquezas naturales no lo consideramos aceptable. Las decisiones fundamentadas para el país, en su momento fuimos rehenes de los grupos de presión más ruidosos, los más violentos, más egoístas.
– Ya vivimos lo que eso cuesta. Nos costó mucho como panameños. Esta vez debemos decidir con fundamento democrático, desde la evidencia, desde la oportunidad y con la visión de un Panamá que vale más que cualquier actividad en particular.
– Desde el CoNEP aspiramos a establecer un proceso distinto, algo muy exigente, provocar pensamiento.Esto significa llamar a la reflexión. Cuando sea necesario, cuestionar. Cuando haga falta, escuchar.
– Eso sí, con respeto y responsabilidad. De igual manera, le solicitamos a ustedes, que son parte de este proceso, que lo hagamos con la misma intención. Vamos todos a discutir, vamos todos a conversar.
– Por eso, en el año 2024, CoNEP realizó un estudio técnico, objetivo y profundo, sobre el impacto del cierre, desde el carácter científico. Quedamos realmente, como la palabra lo dice, perplejos, ante lo que conectaba el sector de la actividad de explotación de recursos mineros.
– Estaba este sector con nuestra economía llegando a más de mil millones de dólares en compras de bienes y servicios en proveedores panameños. Cientos de millones para salarios y, por supuesto, para las economías locales, 24 subsectores de la economía y algo que no veíamos desde hace mucho tiempo en materia de competitividad estructural.
– Un verdadero cambio de paradigma en la formación profesional, pensando para responder a los retos y oportunidades reales de la generación actual. Los resultados son contundentes.
– Si tomamos como referencia un periodo razonable de evaluación entre 5 y 10 años, Panamá podría estar perdiendo, a valor presente, 44 mil millones de dólares en un escenario de precios bajos, del precio actual del cobre.
– Si nos vamos un poquito más optimistas, podríamos llegar, como está pasando en estos momentos, a un precio de 5 dólares, hasta 67 mil millones de dólares en un contexto de un precio más favorable. Para dimensionarnos, nuestro Producto Interno Bruto actual es, aproximadamente, de 83 mil millones de dólares.
– Es decir, estaríamos dejando escapar el equivalente a más de la mitad del valor total de nuestra economía en estos momentos. La verdadera pregunta que tenemos que hacernos es: ¿tenemos la madurez para discutir cómo convertir recursos naturales en valor para todas las familias panameñas?
– ¿Tenemos el coraje para imaginar un país donde el talento, la tecnología y la sostenibilidad se sumen a la confianza requerida que tiene el país en nosotros? Esa es verdaderamente la pregunta. Por eso, los exhortamos a que confiemos y caminemos juntos en este proceso.
– Visualizamos un Panamá que merece seguir siendo construido. Además, quien está hoy en proceso de formación técnica, quienes buscan un primer empleo o sueñan con emprender, deben saber que esta conversación también es suya. No es solamente de nosotros. Y esto es para los jóvenes.
– Durante esta jornada escucharemos sobre cómo el buen uso de nuestros recursos naturales puede traducirse en empleo, desarrollo, particularmente el desarrollo regional, fortalecimiento de las instituciones actuales, una gestión ambiental y un verdadero cumplimiento regulatorio. Escucharemos distintas perspectivas, algunas que nos harán asentir, otras que nos incomodarán.
– Y eso está bien, porque si todos pensamos igual significa que nadie está pensando. Por eso, esta es una gran oportunidad para nosotros. Este es un país que todavía está a tiempo de hacer las cosas bien, de construir sin improvisar, de decidir con responsabilidad.
– Bienvenidos a este conversatorio. Que sea valiente, riguroso y, sobre todo, útil para el Panamá que soñamos construir. El Presidente lo señaló, debemos creer, crear y construir.
– Un istmo como el nuestro, que no le debe tener ningún temor a sus inmensas oportunidades. Bienvenidos todos y que ojalá la tarde sea lo suficientemente provechosa para que todos tengamos una virtud de criterio”.
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