Fortalecer resiliencia financiera y operativa, clave para que pymes naveguen con éxito el entorno actual

Leonardo Soto, gerente de Productos Pymes de Scotiabank. (Foto, Scotiabank).

Colaboración de Scotiabank

– Las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Panamá, enfrentan retos importantes que exigen soluciones financieras estratégicas, en un entorno caracterizado por la transformación tecnológica, cambios regulatorios y mayores exigencias de eficiencia.

– En este escenario, el financiamiento estructurado se posiciona como una herramienta clave para mantener la operatividad y potenciar su crecimiento.

– Uno de los factores que está presionando las finanzas de las pymes en la actualidad, es la entrada en vigencia de la Ley 462, que contempla un aumento gradual del 2% en las cuotas patronales a la Caja de Seguro Social entre 2025 y 2029.

– A esto se suma la necesidad de invertir en digitalización, sostenibilidad y modernización de operaciones, lo que incrementa la demanda por soluciones crediticias.

– “Hoy, este segmento enfrenta un doble desafío: adaptarse a un entorno en constante cambio y mantener adecuados niveles de liquidez”, señaló Leonardo Soto, gerente de Productos Pymes de Scotiabank.

– Soto aclaró que: “Desde la banca, estamos respondiendo a esta realidad con soluciones de financiamiento ajustadas a las condiciones actuales del mercado, que ofrecen flexibilidad, tasas competitivas y acompañamiento personalizado”.

– Las pymes siguen siendo el motor económico de Panamá: representan el 97% del tejido empresarial, crean el 57% del empleo y aportan el 17% del PIB. Su sostenibilidad y capacidad de adaptación son fundamentales para el dinamismo económico nacional.

Financiamiento para la inversión estratégica 

– Productos como el Préstamo a Plazo de Scotiabank se consolidan como aliados estratégicos para las pequeñas y medianas empresas, al facilitar el acceso rápido a financiamiento para inversiones estratégicas.

– Esta solución permite adquirir activos fijos, tales como: equipos nuevos o usados, vehículos comerciales, o inmuebles; así como realizar remodelaciones, mejoras tecnológicas o, incluso, la reestructuración de pasivos, brindando a las pymes mayor capacidad para adaptarse a los cambios del entorno.

– Este tipo de financiamiento es ideal para inversiones que reditúan eficiencia energética o reduzcan costos operativos, como la adquisición de vehículos con menor consumo de combustible o eléctricos, o la instalación de paneles solares.

– Al producir ahorros directos, la inversión puede autofinanciarse parcialmente mediante los beneficios obtenidos.

– “No se trata solo de cubrir necesidades inmediatas, sino de potenciar la competitividad de las pymes en el mediano y largo plazo”, añadió el especialista de Scotiabank.

– Entre los principales beneficios de este producto destacan las tasas competitivas, que van del 6% al 8.5%, plazos de financiamiento de hasta 12 años y una estructura de pagos flexible, diseñada para ajustarse al flujo de fondos de cada negocio.

– Esta flexibilidad permite a las pymes planificar con mayor precisión su flujo de caja y evitar tensiones financieras.

Recomendaciones para una mejor gestión financiera 

– Fortalecer la resiliencia financiera y operativa es clave para que las pymes puedan navegar con éxito el entorno actual.

– Estrategias como la optimización de costos, la adopción de herramientas tecnológicas para mejorar la productividad, la diversificación de ingresos, la educación financiera y el acceso a financiamiento estructurado, permiten enfrentar con mayor preparación tanto los desafíos normativos como los cambios del mercado. 

– En materia de financiamiento, el especialista de Scotiabank recomendó a los empresarios tener siempre objetivos claros -en qué voy a invertir el dinero-, evaluar las opciones de productos disponibles, invertir en activos productivos y utilizar el crédito para obtener ahorros y crecimiento sostenible. 

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