
Por Eva Montilla
– Tal y como lo había anticipado la directora de la película “Hijo de Tigre y Mula”, Annie Canavaggio, el cine también es otro instrumento para la enseñanza de la historia y ese concepto está inmerso en el filme, cuyo estreno se realizó anoche, 12 de marzo, y continuará mañana 13 para el público en general.
– “Hijo de Tigre y Mula”, es un relato condensado de los esfuerzos realizados por el Gobierno y pueblo panameños a partir de la década de 1970, impulsado por un banco de importante historia y documentos que produjeron anteriormente tanto las administraciones gubernamentales, como la propia sociedad istmeña y de los Estados Unidos, por lograr nuevos pactos por el Canal de Panamá.
– Esta película retrata a la sociedad panameña de los años ´70, concretamente en sus luchas por recuperar la soberanía en la Zona del Canal y, por supuesto, la administración de la vía acuática, que estaban implícitas en el Tratado Bunau Varilla-Hay de 1903, suscrito entre los Estados Unidos de América y Panamá.
– En su producción fílmica, Canavaggio recogió muchas versiones de actores que se activaron dentro de las negociaciones del nuevo tratado por parte de Panamá, pero, de igual manera, se valió de videos, fotografías, páginas de periódicos y otros medios para obtener testimonios de personalidades estadounidenses y de otros países.

– Asimismo, de personas que estuvieron cerca de quien lideró este nuevo movimiento, el general Omar Torrijos Herrera, militar que había asumido la dirección del país a finales de 1969, un año después del derrocamiento del gobierno democrático que dirigía el presidente Arnulfo Arias Madrid, elegido en los comicios electorales de 1968.
– Vale resaltar que este trabajo se nutrió de entrevistas con los negociadores Aristides Royo, Adolfo Ahumada, Nicolás Ardito Barletta, Omar Jaén Suárez, Ricardo de La Espriella, amigos y moradores de Coclesito, que conocieron directamente a Torrijos, y además del coronel Roberto Díaz Herrera, primo y subalterno de Omar.
– Para quienes vivieron todo ese episodio de vida panameña acumulado en la película “Hijo de Tigre y Mula”, tuvieron la oportunidad de viajar en el tiempo y constatar hechos, pero también situaciones nuevas que no llegaron a la población ni de manera escrita y tampoco audiovisual, es decir, hay material de primera para las antiguas y nuevas generaciones.
– El documental ha llegado en el preciso momento en que el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, parte de su equipo de trabajo y algunos miembros del Senado estadounidense, reclaman al canal de Panamá y a sus puertos como propiedad del país norteño.
– Incluso, han llegado a criticar la visión de estadista que tuvo el presidente de ellos, James Carter, al aceptar las negociaciones con Panamá para el nuevo Tratado, el Torrijos-Carter, cuya firma se logró en 1977 y es el que rige desde aquella época.

– Es probable que el filme produzca suspicacias por el hecho que, pese a que se consiguió un nuevo pacto canalero con la poderosa nación, quien dirigió la ofensiva diplomática fue el general Omar Torrijos Herrera, figura principal del Gobierno, pero que llegó a la posición producto de un golpe de Estado.
– No obstante, la directora Annie Canavaggio fue clara anoche y dijo: “Hoy en día pocos panameños se cuestionan el hecho que somos dueños de un territorio antes ocupado por los Estados Unidos. Ya nadie se asombra de ver cómo un pequeño país logró poner al gigante de rodillas para firmar un Tratado justo para Panamá”.
– Subrayó: “Esa es la historia que quiero contar, la historia de las negociaciones detrás de la firma de los Tratados Torrijos-Carter. Abuelos y padres deben llevar a sus nietos e hijos a ver la película para no perder esta parte de la historia, para saber por qué debemos defender lo que es y siempre fue nuestro”.
– Definitivamente que debemos valorar esta iniciativa de Annie Canavaggio, quien estuvo apoyada por su equipo, la productora María Neyla Santamaría, el guionista y productor de post Vicente Ferraz, el diseñador de sonido y música y sonido directo Richard Córdoba y el director de foto y cámara Carlos Arango.

Deja un comentario